Conocé qué refleja de la personalidad y los beneficios que aporta esta costumbre.
24 de julio 2024, 23:43hs
A la hora de dormir, muchas personas tienen el hábito de abrazar una almohada, ya sea por comodidad o costumbre. Este comportamiento es bastante común y puede tener diversas interpretaciones, tanto a nivel físico como psicológico.
Según algunos estudios realizados por expertos, la forma en que dormimos puede dejar al descubierto aspectos de nuestra personalidad. Además, puede brindar comodidad y regulación de la temperatura corporal.
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Aquellas personas que llevan adelante esta costumbre, son consideradas como más sensibles, empáticas, confiadas, cariñosas, honestas y, a veces, indefensas. También puede ofrecer algunos beneficios, como el de aliviar los ronquidos generando un sueño más profundo.
Qué se puede hacer para dormir bien, según los expertos
Para mejorar el sueño, la Sociedad Alemana de Investigación y Medicina del Sueño (DGSM) expresó varios consejos. El primero establece que es fundamental establecer una rutina constante. Acostarse y levantarse a la misma hora todos los días ayuda a sincronizar el reloj biológico, facilitando el conciliar el sueño y despertar de manera natural. Además, crear rituales antes de dormir, como leer o practicar técnicas de relajación, puede preparar el cuerpo y la mente para un descanso efectivo.
El ambiente del dormitorio juega un papel crucial en la calidad del sueño. Es recomendable mantener la habitación oscura, silenciosa y fresca, con una temperatura ideal entre 16 y 18 grados. Invertir en cortinas que bloqueen la luz, usar tapones para los oídos o una máquina de sonido blanco puede mejorar significativamente el entorno para dormir.
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La exposición a pantallas de dispositivos electrónicos antes de dormir puede ser perjudicial debido a la luz azul que emiten, la cual interfiere con la producción de melatonina, la hormona del sueño. Limitar el uso de estos dispositivos al menos una hora antes de ir a la cama puede ayudar a evitar este efecto y promover un sueño más profundo y reparador.
Los estimulantes, como la cafeína, tienen efectos significativos en el sueño. Por ejemplo, este producto puede permanecer en el sistema y afectar la calidad del sueño hasta once horas después de su consumo.
El manejo del estrés es también fundamental para dormir bien. El manejo de las preocupaciones pueden activar la mente y hacer difícil el conciliar el sueño. Prácticas como la meditación, la escritura de un diario o técnicas de respiración pueden ser útiles para calmar la mente antes de descansar. Además, mantener un diario de sueño puede ayudar a identificar y manejar los factores que perturban el descanso nocturno.
Finalmente, considerá la importancia de la actividad física regular, que está asociada con un mejor sueño. Sin embargo, es preferible evitar ejercicios intensos cerca de la hora de dormir, ya que pueden tener un efecto estimulante. Incorporar una actividad física moderada durante el día puede ayudar a mejorar tanto la duración como la calidad del sueño.