El fútbol turco suele ser reconocido por el fervor con el que sus hinchas viven cada partido y los impresionantes ambientes que logran generar en cada uno de sus estadios. Sin embargo, esa locura escaló un nuevo nivel que suplantó a la pasión extrema por la violencia. Al punto que los enojos contra árbitros, que usualmente no exceden sobrepasar el límite verbal, parecen haber quedado cortos. Y así lo dejó en claro el presidente de un club. Sí, la máxima autoridad de la institución.
El nuevo escándalo desatado en Medio Oriente ocurrió en el encuentro de la Primera División entre el Ankaragucu y Rizespor, club al que pertenece el delantero argentino Adolfo Gaich y que lo tuvo como responsable involuntario de lo sucedido. Es que, luego de haber realizado un hat trick el partido anterior, el surgido de San Lorenzo convirtió a los 97 minutos lo que resultó ser el empate agónico de su equipo, en un encuentro bastante picante que tuvo un expulsado por lado. Pero nunca se imaginó que su tanto desencadenaría en un acto de agresión pocas veces visto.
Enajenado con los minutos de descuento disputados, el presidente del Ankaragucu, Faruk Koca, entró en un estado de rabia extremo y decidió bajar hasta el campo de juego una vez finalizado el partido. Así es como a pesar que varios de los presentes en el césped intentaron frenarlo, nada le impidió llegar al encuentro del árbitro. Y sin dirigirle ni siquiera una palabra, directamente expresó su fastidio al darle un duro golpe en el medio del rostro que dejaría al juez tendido en el piso.
Incluso, como si esto fuera poco, varios dirigentes que acompañaron a Koca rodearon a la autoridad para empezar a propinarle varias patadas mientras se retorcía del dolor por el impacto recibido en su cara, el cual inmediatamente le generó un notorio moretón sobre la zona de su ojo izquierdo.
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Ocurrió en el encuentro de la Primera División entre el Ankaragucu y Rizespor, club al que pertenece el delantero argentino Adolfo Gaich
Luego del acto de agresión, los efectivos de seguridad presentes protegieron al árbitro para que pueda ser asistido lo más rápido posible. Al ser trasladado al hospital, los estudios arrojaron que el colegiado sufrió una fractura leve sobre su pómulo izquierdo, aunque no es una lesión que represente una herida de gravedad.
Por el lado del presidente Koca, se ordenó su detención provisional a la espera del juicio que puede declararlo culpable por la causa de lesiones causadas a un funcionario público.
Así quedó el árbitro tras la agresión. Foto: Captura X (ex Twitter).Igualmente, en su defensa expresa que su accionar estuvo justificado a partir de varias «decisiones equivocadas» que tomó el árbitro.
La respuesta de la federación turca
A raíz del escándalo, que alcanzó una repercusión global, la federación de fútbol de Turquía tomó cartas sobre el asunto. La primera medida tomada al respecto de la situación fue suspender el resto de partidos pendientes por disputarse en lo que restaba de la fecha 15 del campeonato local.
También se está analizando la posibilidad de jugar a puertas cerradas todos los partidos correspondientes a la Primera División por los próximos dos meses. Esto se debe a que desde la organización madre turca estarían buscando la forma de erradicar de una vez por todas la locura, y muchas veces violencia, que prima en el fútbol de la nación oriental.